Let The Music Play
Es una temporada musical estupenda. Kings of Leon, Interpol, Manic Str... bueno, tiene sus momentos. Sería horrible no poder acceder a toda esta cultura musical debido a la carencia de efectivo suficiente. ¿Cómo lo hacíamos antes del eMule?
(con amigos y cassettes, claro. Si, yo estuve allí)

Lo cierto es que hay una cosa que no puedo evitar lamentar del actual estado de las cosas, tan propicio al hurto musical o cinematográfico: ya no valoro la música como antaño. Antes no era sencillo ponerle las manos encima al disco que querías, mucho menos si tenías un gusto un poco ajeno al mainstream. O te gastabas la pasta o (¡ecs!) te relacionabas con humanos.
Así que tenías mucha menos música. Y por eso mismo, cada nuevo disco que caía en tu poder era un acontecimiento. Lo escuchabas una vez tras otra, le sacabas el jugo, lo aprovechabas.
En cambio, ahora tengo discos nuevos en mi ordenador a voluntad. Mis horizontes se han ensanchado hasta lo indecible, pero apenas soy consciente de la ganancia. Escucho los discos, salvo alguna excepción, un par de veces antes de decidir si los desecho o los guardo. Casi ninguno me emociona de anticipación.
La abundancia tiene una cara oscura, y es el descubrir que la saciedad no es felicidad.
(con amigos y cassettes, claro. Si, yo estuve allí)

Lo cierto es que hay una cosa que no puedo evitar lamentar del actual estado de las cosas, tan propicio al hurto musical o cinematográfico: ya no valoro la música como antaño. Antes no era sencillo ponerle las manos encima al disco que querías, mucho menos si tenías un gusto un poco ajeno al mainstream. O te gastabas la pasta o (¡ecs!) te relacionabas con humanos.
Así que tenías mucha menos música. Y por eso mismo, cada nuevo disco que caía en tu poder era un acontecimiento. Lo escuchabas una vez tras otra, le sacabas el jugo, lo aprovechabas.
En cambio, ahora tengo discos nuevos en mi ordenador a voluntad. Mis horizontes se han ensanchado hasta lo indecible, pero apenas soy consciente de la ganancia. Escucho los discos, salvo alguna excepción, un par de veces antes de decidir si los desecho o los guardo. Casi ninguno me emociona de anticipación.
La abundancia tiene una cara oscura, y es el descubrir que la saciedad no es felicidad.
Etiquetas: cosas