Hugo y yo

La culpa es de la sociedad.

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Lugar: En las Nubes (Alcalá de Henares), Madrid, Spain

17.5.07

Let The Music Play

Es una temporada musical estupenda. Kings of Leon, Interpol, Manic Str... bueno, tiene sus momentos. Sería horrible no poder acceder a toda esta cultura musical debido a la carencia de efectivo suficiente. ¿Cómo lo hacíamos antes del eMule?

(con amigos y cassettes, claro. Si, yo estuve allí)




Lo cierto es que hay una cosa que no puedo evitar lamentar del actual estado de las cosas, tan propicio al hurto musical o cinematográfico: ya no valoro la música como antaño. Antes no era sencillo ponerle las manos encima al disco que querías, mucho menos si tenías un gusto un poco ajeno al mainstream. O te gastabas la pasta o (¡ecs!) te relacionabas con humanos.

Así que tenías mucha menos música. Y por eso mismo, cada nuevo disco que caía en tu poder era un acontecimiento. Lo escuchabas una vez tras otra, le sacabas el jugo, lo aprovechabas.

En cambio, ahora tengo discos nuevos en mi ordenador a voluntad. Mis horizontes se han ensanchado hasta lo indecible, pero apenas soy consciente de la ganancia. Escucho los discos, salvo alguna excepción, un par de veces antes de decidir si los desecho o los guardo. Casi ninguno me emociona de anticipación.

La abundancia tiene una cara oscura, y es el descubrir que la saciedad no es felicidad.

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7 Comments:

Blogger Hugo said...

http://hugoyyo.blogspot.com/2006/05/gift.html#comments

¡Mierda!

6:58 p. m.  
Blogger nino espadas prieto said...

Si, lo mucho abruma, pero para mí, internet ha sido una bendición, de otra manera no podría tener acceso a toda esa música maravillosa que uno ha escuchado o quisiera escuchar, y además disponer de una copia -gratuita?-en el disco duro. Un abrazo.

1:35 p. m.  
Blogger Miada said...

Cierto Hugo, parece que valoramos más lo que nos cuesta conseguir, tal vez no estemos educados para disfrutar sin más...

Un beso.

3:46 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

En parte es cierto lo que dices, pero por otra parte no estoy de acuerdo. Está claro que no valoras tanto como antes la música, porque antes te gastabas tus 2000 o 3000 pesetas en un disco y ahora... nada.

Pero también es cierto que tu cultura musical es mayor, que conoces más estilos, quieres ir a más conciertos (y tienes dinero extra de no comprar discos para ello), etc.

4:59 p. m.  
Blogger Kineas said...

Es cierto que hace unos años cada cd/cassette que te pasaba tu amigo el greñudo tenía un encanto especial. Era como un caldero relleno de los más variopintos ingredientes que esperaba ser degustado, y hasta que el tamiz de tu tímpano no lo había recogido todo, podías escucharlo centenares de veces.

Hoy día acumulamos en el disco duro lo que, en nuestra vida anterior, jamás podríamos haber conseguido, concediendo a pocos de esos trabajos la posibilidad de 10 (miserables) escuchas.

La pregunta es: ¿Cuántas veces habrías escuchado el 99% de esos discos de haber salido hace, digamos, 15 años?

Un saludo, interesante blog.

:)

10:30 p. m.  
Blogger Vyniard said...

A mí me pilló la era del cassette en su estertor. Resultaba de un encanto especial esperar meses enteros a la publicación del disco del grupo fetén de la cuadrilla -Platero, Marea, Offspring y así, en mi caso- y, cuando el más fanático o sencillamente el más pudiente se hacía con él, lanzarnos como alimañas en pos de ese puñado de canciones que a la semana nos sabíamos todos al dedillo.

Pero cierto es que esta nueva era tesnológica abre un abanico de opciones inimaginable entonces. Nos arrebata el encanto de buscar música en tiendas, bares, conciertos de soslayo y propuestas del vecino, pero nos deja a un click la posibilidad de escuchar cualquier música del mundo.

Esta misma mañana, haciendo el gamba en la sala de ordenadores de la facultad, una chica árabe a mi lado escuchaba una música libanesa ciertamente embriagadora. Le he preguntado y me ha comentado que era una tal 'Fayrouz', muy famosa allá. Ahora mismo estoy escuchando un par de canciones suyas.

Que viva Bill Gates, hostias.

PdB

10:20 p. m.  
Blogger Outconsumer said...

Tienes toda la razón del mundo del mundo, pero la felicidad, como la vida, siempre se abre paso.

A mi me pone bajarme un disco y que retumbe en los auriculares como ningún cassette ha hecho en la vida.

9:25 p. m.  

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