Politik
Vuelvo a trabajar, por obra y gracia de los médicos y los ciclopléjicos.
Por cierto, no sé qué hostias significa ciclopléjico, pero me parece un nombre desafortunadísimo para un colirio. Me hace pensar en cíclopes, y no reconforta el echártelo pensando en monstruos de un solo ojo.
Desvarío de la semana: ¿hemos dado política? ¿no? Pues a por ella.
Estos dias se discuten unas cuantas cosas políticas en el foro: el Plan Ibarretxe, la Constitución Europea... Como los nacionalismos en general es un tema que ya me tiene bastante agotado, no me he sobrado interviniendo.
Tras muchas horas de vuelo, para mi sorpresa, he acabado descubriéndome mayor beligerancia contra los ultraizquierdistas con los que me cruzo que contra los reaccionarios y conservadores a secas. Debería simpatizar un poco más con la gente más cercana a mí, y esa supuestamente será la izquierda, aunque radical.
Pues no. De hecho, cuando me pongo, acabo discutiendo con mayor encarnizamiento con los niñatos de la nueva ultraizquierda que con los ultraderechistas. En parte porque con estos últimos, en muchos casos, ni vale la pena molestarse. Pero, sobre todo, porque hay algo en las juventudes izquierdistas de hoy que me irrita profundamente.
De entrada, si bien me he situado a la izquierda toda la vida, los extremistas de izquierda me resultan igual de lejanos que los de derecha. Al final repasas las intenciones de unos y otros y llegas a la conclusión de que te darían por el culo más o menos lo mismo unos que otros.
Pero es que eso me resulta hasta cierto punto comprensible cuando viene de la ultraderecha, que tiene antecedentes en este país y no debería cogernos por sorpresa. En cambio, cuando alguien parte -supuestamente- de una construcción ideológica basada en la igualdad y la justicia para acabar legitimando el quitarte derechos fundamentales, robarte tu propiedad y justificando la violencia, uno no puede por menos que indignarse. La caída del sistema comunista debería habernos enseñado algo sobre la naturaleza de los totalitarismos, incluso de los que nacen con las mejores intenciones.
Por otra parte, me rebota de verdad la simpatía de estos aprendices de Ché por los nacionalismos en general. A ciertas edades se abraza cualquier cosa que tenga pinta de causa, pero la imagen del conflicto Estado-territorio como lucha opresor-rebelde que astutamente venden los partidos nacionalistas (mayormente de centro-derecha... en fin) ha calado en buena parte de la juventud medianamente concienciada de este país. Tamaña necedad.
¿No se titulaba el himno socialista por excelencia La Internacional? ¿Desde cuando la disgregación de las comunidades y el levantamiento de nuevas barreras entre los pueblos son parte del ideario socialista? ¿Qué tiene que ver el deseo de justicia y solidaridad -palabras con las que se llenarán la boca cada vez que les preguntes- con el de encerrarte en tu terruño y limitar la presencia y competencias de otros en lo tuyo?
El colmo fue una vez que se lo planteé a un chaval que me contestó sincero:"cuando tenga mi patria seré de izquierdas, ahora soy nacionalista", vamos, como quien dice "primero me haré rico explotando a imnigrantes ilegales, y cuando lo sea me indignará que les exploten".
Las naciones son el problema, y hacerlas nuevas cuando en paralelo avanzan procesos de asociación que permitirían superarlas en un futuro es como empeñarte en comprar una prenda inútil y pasada de moda, simplemente porque has estado ahorrando para ello y no te vas a echar atrás ahora.
La nación es un concepto obsoleto como los trenes a vapor o la curación por sangrías. Justifica unos gastos monstruosos a nivel nacional y mundial en ejércitos, provoca guerras, miseria y desigualdades bárbaras entre unas personas y otras por el simple hecho de estar a un lado u otro de una raya.
El nivel tecnológico de cada sociedad limita el tamaño que puede alcanzar manteniendo una estructura racional y eficiente. Los grupos tribales se bastan con un vocabulario limitado y legislación oral. Las grandes naciones requieren un cuerpo administrativo, comunicaciones e infraestructura para mantenerlas, y que podían solucionarse con una sencilla red de carreteras. El teléfono, la radio y demás adelantos nos han dado alcance hasta el mismo espacio exterior.
¿Puede haber un único gobierno mundial? Creo que si.
¿Solucionaría o mejoraría algo? Por favor. Solo lo ahorrado gracias al desmantelamiento de los ejércitos daría para acabar con el hambre en el mundo, buscar curas al cáncer y al sida, y aterrizar en Marte de propina.
Para mí la pregunta es por qué coño no se hace ya.
¿Debo entender como un avance en modo alguno que una región se acerque a su ideal nacional (o el de algunos de sus pobladores, no todos en absoluto? Y una mierda.
Unos pocos conseguirán salir en sus libros de historia, tener monumentos y calles con su nombre. Y ya está. Su opresión será más o menos la que ahora, pero tendrán sus propias placas de matrícula. ¿Como no vamos a solidarizarnos con su lucha?
Cualquier gilipollez se considera un ideal si se adorna con las palabras adecuadas. También los hay dispuestos a morir por su equipo de fútbol.
Agradecería algo de polémica tras escribir este ladrillo.
Por cierto, no sé qué hostias significa ciclopléjico, pero me parece un nombre desafortunadísimo para un colirio. Me hace pensar en cíclopes, y no reconforta el echártelo pensando en monstruos de un solo ojo.
Desvarío de la semana: ¿hemos dado política? ¿no? Pues a por ella.
Estos dias se discuten unas cuantas cosas políticas en el foro: el Plan Ibarretxe, la Constitución Europea... Como los nacionalismos en general es un tema que ya me tiene bastante agotado, no me he sobrado interviniendo.
Tras muchas horas de vuelo, para mi sorpresa, he acabado descubriéndome mayor beligerancia contra los ultraizquierdistas con los que me cruzo que contra los reaccionarios y conservadores a secas. Debería simpatizar un poco más con la gente más cercana a mí, y esa supuestamente será la izquierda, aunque radical.
Pues no. De hecho, cuando me pongo, acabo discutiendo con mayor encarnizamiento con los niñatos de la nueva ultraizquierda que con los ultraderechistas. En parte porque con estos últimos, en muchos casos, ni vale la pena molestarse. Pero, sobre todo, porque hay algo en las juventudes izquierdistas de hoy que me irrita profundamente.
De entrada, si bien me he situado a la izquierda toda la vida, los extremistas de izquierda me resultan igual de lejanos que los de derecha. Al final repasas las intenciones de unos y otros y llegas a la conclusión de que te darían por el culo más o menos lo mismo unos que otros.
Pero es que eso me resulta hasta cierto punto comprensible cuando viene de la ultraderecha, que tiene antecedentes en este país y no debería cogernos por sorpresa. En cambio, cuando alguien parte -supuestamente- de una construcción ideológica basada en la igualdad y la justicia para acabar legitimando el quitarte derechos fundamentales, robarte tu propiedad y justificando la violencia, uno no puede por menos que indignarse. La caída del sistema comunista debería habernos enseñado algo sobre la naturaleza de los totalitarismos, incluso de los que nacen con las mejores intenciones.
Por otra parte, me rebota de verdad la simpatía de estos aprendices de Ché por los nacionalismos en general. A ciertas edades se abraza cualquier cosa que tenga pinta de causa, pero la imagen del conflicto Estado-territorio como lucha opresor-rebelde que astutamente venden los partidos nacionalistas (mayormente de centro-derecha... en fin) ha calado en buena parte de la juventud medianamente concienciada de este país. Tamaña necedad.
¿No se titulaba el himno socialista por excelencia La Internacional? ¿Desde cuando la disgregación de las comunidades y el levantamiento de nuevas barreras entre los pueblos son parte del ideario socialista? ¿Qué tiene que ver el deseo de justicia y solidaridad -palabras con las que se llenarán la boca cada vez que les preguntes- con el de encerrarte en tu terruño y limitar la presencia y competencias de otros en lo tuyo?
El colmo fue una vez que se lo planteé a un chaval que me contestó sincero:"cuando tenga mi patria seré de izquierdas, ahora soy nacionalista", vamos, como quien dice "primero me haré rico explotando a imnigrantes ilegales, y cuando lo sea me indignará que les exploten".
Las naciones son el problema, y hacerlas nuevas cuando en paralelo avanzan procesos de asociación que permitirían superarlas en un futuro es como empeñarte en comprar una prenda inútil y pasada de moda, simplemente porque has estado ahorrando para ello y no te vas a echar atrás ahora.
La nación es un concepto obsoleto como los trenes a vapor o la curación por sangrías. Justifica unos gastos monstruosos a nivel nacional y mundial en ejércitos, provoca guerras, miseria y desigualdades bárbaras entre unas personas y otras por el simple hecho de estar a un lado u otro de una raya.
El nivel tecnológico de cada sociedad limita el tamaño que puede alcanzar manteniendo una estructura racional y eficiente. Los grupos tribales se bastan con un vocabulario limitado y legislación oral. Las grandes naciones requieren un cuerpo administrativo, comunicaciones e infraestructura para mantenerlas, y que podían solucionarse con una sencilla red de carreteras. El teléfono, la radio y demás adelantos nos han dado alcance hasta el mismo espacio exterior.
¿Puede haber un único gobierno mundial? Creo que si.
¿Solucionaría o mejoraría algo? Por favor. Solo lo ahorrado gracias al desmantelamiento de los ejércitos daría para acabar con el hambre en el mundo, buscar curas al cáncer y al sida, y aterrizar en Marte de propina.
Para mí la pregunta es por qué coño no se hace ya.
¿Debo entender como un avance en modo alguno que una región se acerque a su ideal nacional (o el de algunos de sus pobladores, no todos en absoluto? Y una mierda.
Unos pocos conseguirán salir en sus libros de historia, tener monumentos y calles con su nombre. Y ya está. Su opresión será más o menos la que ahora, pero tendrán sus propias placas de matrícula. ¿Como no vamos a solidarizarnos con su lucha?
Cualquier gilipollez se considera un ideal si se adorna con las palabras adecuadas. También los hay dispuestos a morir por su equipo de fútbol.
Agradecería algo de polémica tras escribir este ladrillo.
11 Comments:
Tengo sueño y mañana contestaré mejor.
Antes un pequeño comentario, no se ha de confundir la tolerancia, el rechazo a la violencia, con estar equidistante de los extremos. En parte porque eso sería una postura poco tolerante.
El Komisario.
Hombre, yo si quieres polemizo, pero tendrá que ser a costa de decir cosas que no pienso; porque lo que pienso en este contexto no da ni para media polémica (como mucho podría hablar de por qué la gente se va a los extremismos, o de si es acertada la distribución de ideas políticas en un eje iquierda-derecha, pero sospecho que en seguida volveríamos a estar de acuerdo).
defensor
Hombre lo que comentas de ultraderecha y ultraizquierda...ya sabes que los extremos se unen así que pocas diferencias veo entre unos y otros salvo metodologías similares para conseguir distintos fines.
¿Juventud concienciada en España? Con este deficiente y pésimo sistema educativo es difícil que tengan conciencia de algo salvo intereses casi siempre personales y materialistas (dinero, motito o coche y chica despampanante si puede ser para vacilar).
Como bien dices cuando más tenemos que unir, más salen para separarse como si con ello les fuera la vida y felicidad eterna ¬¬
Es difícil crear polémica cuando se dicen tantas verdades así que la próxima vez esmérate en provocar escribiendo todo lo contrario :P
Has dicho que quieres polémica, tengo el máuser preparado; así que luego no quiero quejas de nenazas. Una cosa, que nadie me reproche tendenciosidad, cuando yo escribo ya se debería dar por supuesto... Cuando lo hacen los demás también, pero yo lo advierto ya de entrada.
Vamo a vé, el término de derechas o izquierdas es hijo de la Revolución Francesa, en la derecha del arco parlamentario se sentaron los que tenían una visión más restrictiva del Liberté, Égalité, Fraternité y a la izquierda los que tenían una visión más generosa. Este modelo debería aplicarse sólo en los modelos de estado que derivan de la epifanía parisina y limitarse al vocabulario político del parlamentarismo liberal.
Ahora parece que se ha puesto de moda el decir que la derecha tiende a la libertad y la izquierda a la igualdad, algo falso porque como decía Voltaire -ya sé que queda pedante este tipo de cita :D - "El pobre no es libre; en todas partes es un siervo"... Que no existe una verdadera libertad sin igualdad ¡Proclamo! En el caso de que el estado no intervenga de una manera eficaz en la redistribución de la riqueza, los beneficios de la productividad tienden a distribuirse de modo nada equitativo a favor de quienes controlan los medios de producción -una minoría-, mientras el resto de la sociedad pierde irremediablemente poder adquisitivo y al tiempo poder político para intervenir en el control de dichos medios a través de las instituciones democráticas del Estado. Entonces ¿Qué margen de libertad tiene alguien que destina la mayor parte de su sueldo a la hipoteca? -O que tiene una jornada laboral interminable-, for example. Pero nos podemos quedar con lo de la izquierda e igualdad. Si fa o no fot.Per basta de rodeos, como bien nos recuerda la foto de la momia de Lenin, en extrema izquierda metemos el comunismo y cosas similares y en la extrema derecha supongo que al fascismo, filofascismos y demás. Luego nos situamos a equidistancia de los dos, y los igualamos y condenamos por igual y nos establecemos en un centro pa la izquierda alejada de lo que suponen los extremos en su mayoría violentos e intolerantes. Ante eso sólo puedo protestar, primero por la intolerancia maniquea y dogmatismo del equidistante a los extremos, yo estoy en lo bueno y lo que son extremismos es intolerancia, violencia, totalitarismo y todo lo malo que usted pueda pensar. Para eso lo más recurrente es acudir a la llamada realidad empírica y poner sobre la mesa los muertos por el comunismo. Antes de seguir con otras cosas ¿Por qué no se aplica esta vara de medir con el capitalismo? ¿De dónde salen todos estos muertos?
-Primera Guerra Mundial: 8.500.000 muertos
-Represión de la Revolución de 1905 en Rusia: 100.000 muertos
-Guerra civil en la URSS por la intervención de 20 ejércitos extranjeros y hambrunas por el bloqueo de Occidente: 6.000.000 muertos
-Represión del movimiento revolucionario en Europa (Finlandia, Países Bálticos, Hungría, Alemania, Polonia, Rumanía, Bulgaria...-1918-1923):200.000 muertos
-Hambrunas y epidemias en India, China e Inochina (1900-1945): 8.000.000 muertos
-Guerra anglo-boer or Sudáfrica (1902): 100.000 muertos
-Guerra italo-turca por Tripolitania (1911): 50.000 muertos
-Guerra franco-española contra Marruecos en el Rif: 50.000 muertos
-Guerra italiana por Etiopía: 200.000 muertos
-Represión de Chang Khai Chek en China (1927-1937): 1.000.000 muertos
-Segunda Guerra Mundial: 50.000.000 muertos
-Intervención americana en Vietnam: 2.000.000 muertos
-Guerra francesa en Indochina: 1.200.000 muertos
-Guerra de Argelia (1956-1962): 1.200.000 muertos
-Guerra de Biafra (Nigeria, 1967-1970): 1.000.000 muertos
-Masacres anticomunistas en Indonesia desde 1965: 1.500.000 muertos
-Guerra del Golfo (1991): 200.000 muertos + 500.000 muertos por desnutrición en medio de un bloqueo salvaje
-Represión en Chile, Argentina, Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, etc:150.000 muertos
-Intervenciones norteamericanas directas o por grupos paramilitares en Nicaragua, Salvador, Guatemala, Panamá, República Dominicana... 200.000 muertos.
--Hasta 1997 las estadísticas revelan que 6.000.000 de personas han muerto en el mundo por desnutrición, sin contar los desalojados, refugiados, etc. Además hay que agregar que en la actualidad mueren 40.000 niños cada 24 horas, víctimas del hambre y/o desnutrición.
Ha sido fácil hacer una lista de víctimas del capitalismo... Evidentemente que son absolutamente condenables todas las atrocidades cometidas por el comunismo, pero no por eso se ha de criminalizar una ideología, aún refiriéndose a ella como la extrema izquierda. Y por supueso negar, y protestar airadamente de la comparación entre los extremos, no voy a decir como haro Tecgclen que no es lo mismo matar por la igualdad en el mundo que por la hegemonía de una raza, matar siempre es lo mismo, lo que hay es una completa y absoluta diferencia entre una cosa y la otra. Má o menos, el marxismo es un análisis del sistema capitalista hasta la fecha y el comunismo sería la aplicación del marxismo... Pero cada uno aplica lo que le da la gana, por supuesto que lo que ha acontecido no puede ser ignorado, ha de conducir a evolucionar y demás. El marxismo produce una seducción por utopía, sin embargo no es utópico. El marxismo deriva de un método de análisis de la sociedad y de unas previsiones especulativas que Marx y Engels establecieron meticulosamente. ¿Qué tenemos en la extrema derecha? ¿Qué andamiaje ideológico? Mientras que aparte de Marx, entre los marxistas -de los respectivos PC- podemos encontrar a gente de una gran brillantez intelectual como Gramsci o Lukács, en el otro lado la situación es más bien a la inversa y cualquier tipo de comparación sería un insulto a la inteligencia. Porque el fascismo sólo fue el perro mordedor del poder para aplastar a quien lo amenazara, la retórica pseudorevolucionaria sólo era algo falso y hueco. Es el Atila de Novecento. Uno de los primeros actos del fascismo fue la de los "Golpeadores", a principios del SXX, gentes de clase media alta y burgueses montados en camiones que iban directamente a las fabricas a apalear obreros, que desembocaron en los "Fasci De Combatimento"...
Uno de los problemas que tuvo el comunismo, es que cuando se intentó por la vía democrática, como el caso de la vía chilena al socialismo, apareció raudo y veloz un llamado fascismo de baja intesidad que obedecía a los intereses de la oligarquía local y las multinacionales americanas para terminar con él. Un problema extendible a que nunca se ha desarrollado sin amenazas, empezando por la guerra contra el ejército blanco después de la Revolución Rusa. En sus escritos en la cárcel Gramsci ya apostaba por llegar mediante la democracia al poder, Allende y el Gobierno de Unidad Popular lo lograron pero los militares pusieron fin a su empresa. Curiosamente el PCI estuvo a punto de lograrlo pero un atentado a un líder de derechas adjudicado a las Brigadas Rojas se lo impidió... Más tarde se descubrió la mano de la CIA detrás. Yo no creo que para legitimar una ideología debamos meterla en si es democrática o no, pero sólo quiero apuntar de la existencia de esa vía. Sin embargo ¿Qué es democracia? ¿Una partitocracia en que los partidos vencedores dependerán del apoyo económico y mediático que tengan detrás? ¿Eso es igualdad de condiciones y gobierno del pueblo?.
Nuestro deber moral, en unos momentos en que el Estado del Bienestar sufrirá un desmantelamiento progresivo, es buscar los defectos del paradigma actual, para establecer uno nuevo y mejor revisando los fallos del "nuestro". Porque algún paradigma ha de remplazar el actual ¿No?
Mañana sigo.
Un par de cositas sobre la intervención anterior.
Si para oponer a los muertos del comunismo hablamos de los muertos del capitalismo, digo yo que sería razonable oponer a los autores que sirvieron de sustrati ideológico del comunismo a los que hicieron lo propio par el capitalismo. Y así tenemos a unos Adam Smith, Keynes y compañía tan minuciosos en sus análisis como Marx, Engels y compañía. Tan minuciosos y a la vez tan errados como ellos (y es que aunque todos hayan jugado a inventar la "psicohistoria" de la que hablaba Asimov, un fenómeno tan caótico como el comportamiento humano no permite modelización más allá de aproximaciones burdas).
En lo que sí estoy de acuerdo es en que hay que cambiar el paradigma actual. Pero antes de lanzarse sin red, hay que tener muy claras dos cosas: a dónde queremos llegar y cómo vamos llegar hasta ahí. Es decir, hay que buscar un paradigma mejor que el actual (y cuando digo mejor, es exactamente eso lo que quiero decir: no que quede muy bonito escrito en un libro, sino que DE VERDAD vaya a ser mejor en la práctica, con lo que hay que tener en cuenta absolutamente todos los detalles del mismo) y los pasos a dar (de nuevo, en la práctica, con todo el detalle posible) para llegar desde donde estamos.
Así, en la valoración de este nuevo paradigma no sólo hay que considerar cómo será el sistema en sí, sino como será la transición desde el actual (que, sinceramente, si pasa por algo parecido a una guerra disfrazada de revolución ya me parece un precio demasíado alto; máxime si es para llegar no a un mundo mejor, sino a un "ya veremos": no creo que el derecho a tirar los dados valga una sola vida).
Os dejo de momento. Luego seguiremos.
defensor.
No estoy en condiciones de subir al ring histórico-teórico contra tí, Zeljko (porque eres Zeljko, ¿no?). Yo soy peso mosca en ese sentido, y tú un peso pesado (mucho :P).
Has gastado muchos renglones desglosando la factura del capitalismo en vidas humanas, y no era necesario en absoluto. Sé perfectamente lo mucho que le "debemos" al sistema predominante. Pero eso no hace bueno al otro (ni viceversa, claro).
Acerca del paradigma, en estos tiempos que corren mi idea puede hacerme muy poco popular -queda mejor apelar a la dignidad, la deuda histórica o cualquier polisílabo guapo-, pero es lo más simple que he podido pensar.
¿Qué necesitamos todos? Dinero. Mucho.
¿Qué no necesitamos? Guerras.
Si suprimimos las guerras, eliminamos una cantidad ingente de muertes, sufrimiento y problemas.
De paso, ahorramos una cantidad obscena de bienes y recursos humanos que estarán mejor empleándose en cualquier otra cosa. Dos pájaros de un tiro.
Vale, solo pido la paz mundial, ahí es nada. ¿Y como se consigue?
¿Como hemos conseguido dejar de guerrear en la tradicionalmente belicosa Europa? Pues uniéndonos todos.
Ahora es cuando arrecian los comentarios despectivos sobre la "Europa de los mercaderes" y tal. Es cierto, el dinero sigue teniendo más derechos que las personas (¿y cuando no ha sido así?) y no hay una unión política real, pero eso puede llegar con el tiempo. De entrada, una unión económica garantiza que ninguno de los miembros se liará a misilazos con otro. Y en bien de la economía del conjunto, no se puede permitir que una nación aliada se arruine. Es un buen acuerdo de mínimos, tal como yo lo veo.
¿Por qué no hacer lo mismo con el resto del mundo?
Sí, era yo. Pido disculpas por la demora, cuando puese mañana respondo no me di cuenta de que mañana era viernes. De todas formas, lo que tenía pensado decir, que era referente a los nacionalismos, mejor lo dejamos para otra ocasión que está ya muy usado. Mañana (Casi seguro :P ) contesto a lo que me habéis dicho, hoy digamos que no tengo la cabeza para ello.
Sólo protestar por el símil pugilístico de Hugo, la cosa no es así, ni de lejos. No es para quedar bien, es que realmente no es así, ni por mi parte ni por la tuya. Recuerdo hace tiempo un texto de un tal Rondador sobre esas comparaciones entre extremos que copy&pasteé ante las teorías de Peras en conserva... Lo que tu opinión era distinta entonces. Yo sólo sé sobre lo que me interesa, cosa que puede reportar problemas si me pongo por temas que no debería.
slds
Si aquel texto es uno que yo recuerdo (en el que hablaba de las diferencias entre las bases teóricas que a la larga llevan a la extrema izquierda y a la extema derecha, y como unas eran mucho más aceptables que otras), no veo en qué difiere aquello de mi discurso actual. Y que conste que lo recuerdo muy vagamente.
En cuanto a construcción de sistemas políticos represivos, injustos e inhumanos, al final ambos extremismos se acaban pareciendo demasiado. Y más triste es, para mí, en el caso de la izquierda (tal como la considero yo, simple de mí), que nació para acabar con esas desigualdades.
Finalizo, la II parte la dejo para otra ocasión; contesto a los mensajes.
Primero al de defensor:
-Para el primer trozo. Sí, claro, pero lo que he hecho ha sido aplicar al revés lo que se hace con el comunismo. Poner los muertos ignorando la teoría. Quicir, era expreso.
-Estamos de acuerdo con el cambio de paradigma. Cuando antes decía revisar los fallos del "nuestro", estaba suponiéndome marxista. Lo que quiero decir es que no se ha de tirar todo a la basura sin más. Como base de un paradigma mejor, pero sobre todo por su crítica al capitalismo. Evidentemente poniendo el reloj al día y revisando cosas. En lo del cómo puede que ya no estemos tan de acuerdo. No porque yo defienda algún tipo de revolución violenta, sino porque creo que todo cambio se debe a que la presión a favor de que se produzca termina por forzarlo. Y el cómo no se puede saber.
Hugo (I):
-Joé, lo de la paz mundial también es bastante utópico. Yo creo que la UE es producto de la necesidad económica, la misma que antes marcaba guerra. Yo preferiría internacionalismo o directamente sobiranía europea, no interestatalismo, pero es otro tema. Yo veo un progresivo desmantelamiento del Estado del Bienestar, cosa que producirá gritos en contra del actual paradigma, como ha ocurrido en Alemania.
Hugo (II):
-Tu discuro era diferente en que no equiparabas los extremos. Si yo me considero en un extremo es porque creo en un cambio de paradigma bajo directrices de izquierda, con lo que asumiendo el eje en el que encasillamos las ideologías, me queda ese sitio. Esto ya es una opinión mía, pero yo creo que y rescatándote este trozo del post inicial Debería simpatizar un poco más con la gente más cercana a mí, y esa supuestamente será la izquierda, aunque radical. Pues no. De hecho, cuando me pongo, acabo discutiendo con mayor encarnizamiento con los niñatos de la nueva ultraizquierda que con los ultraderechistas.... Creo que ese pues no es falso. ¿Conmigo o bokerón rojo has tenido encarnizamientos? Yo creo simplemente que es con un forero... ¿Toine Walker? No voy a entrar en el pique ¿Pero en quién estabas pensando cuando escribiste eso? :roll:
¿Tú o bokerón_rojo sois de ultraizquierda? No es esa mi percepción, aunque si vosotros lo decís...
Pensaba en Toine Walker, y en unos pocos más de menor calado, a alguno de los cuales ni le he llegado a contestar, de lo burro que me pareció.
Bueno, una cosa es situarse ahí... y la otra es ser maoísta.
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