Hugo y yo

La culpa es de la sociedad.

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Lugar: En las Nubes (Alcalá de Henares), Madrid, Spain

13.12.04

You Can't Always Get What You Want

Tengo una reputación, así que me resisto a mostrar las fotos de la quedada del domingo, que salieron bastante malamente en general (jodida cervecería poco iluminada...). Lo lamento por Matthau y sus gambas.

Y no, Matthau sigue sin enseñar la polla en las quedadas. Al menos en aquellas a las que yo voy.
Y, como ya ha quedado claro, no se vió otro aparato reproductor que el de Hopkins.

Hablemos de otra cosa, ¿vale?

Que hablemos de otra cosa.

¿Quereis dejar de hablar de las pollas de este y aquel?

...


Se nos echa encima la Navidad, con todo lo que ello implica de desenfreno consumista, excesos gastronómicos y etílicos, hipocresía social y familiar... Jesús debe sentirse feliz por como honramos su memoria.

Pero lo que nos trae de cabeza a muchos son los regalos que más o menos obligatoriamente nos hemos de hacer unos a otros. Es bonito regalarse cosas, pero... ¡es espantoso no saber qué regalar! Encima, a mi se me junta esta época con el cumple de Ana, y nuestro aniversario. Así que mi cerebro, que no es precisamente una cornucopia de ideas, ha de estrujarse al máximo en esta época.

Por ejemplo, ¿qué puñetas le regalas a un hermano que ya tiene prácticamente de todo? ¿Qué hay que pueda impresionar a una novia que no le haya regalado ya? Bueno, si, montones de cosas, pero, ¿alguna que pueda permitirme?




...


...


(Pausa de 3 horas buscando regalos por ahí)

Hay algo intrínsecamente equivocado en esta costumbre. Es bonito regalar, es ilusionante esperar regalos, es genial que haya gente que te los haga... ¡pero es un coñazo!
Podría convertirme en un Mr. Scrooge de estos que se declaran antinavideños y se oponen tanto a regalar como a ser regalados. Gastarme mi dinero en mi y no esperar nada de los demás. Viviría estas fechas bastante más tranquilo, y podría esperar a las rebajas para hacerme con las cosas que quiero. Si, seguramente nos iría mejor a todos.
¿Y por qué no lo hago?

Pues porque los regalos son un poco como la gente que te los hace: la familia, amigos, etc. No son perfectos, pero tienen la mejor intención, y eso es lo que cuenta.
Aunque no los puedes cambiar presentando el ticket.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo los últimos años me propongo ser como Mr. Scrooge. Pero sin ni siquiera gastarme el dinero para mí. Lo que pasa es que al final siempre acabo cayendo. Este año quiero mantenerme en mis trece: nada de regalos... ya te contaré cuando acaben las fiestas (en el fondo todos sabemos que sí haré regalos, no?).
Un abrazo

Di
www.blogia.com/elfindelosdiasgrises

9:26 a. m.  
Blogger Hugo said...

Encantado de recibir nuevos visitantes, Di.

¿Es muy aventurado suponer que has llegado aquí a través del blog de Pistolitas?

Un saludo.

3:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues a mí me pasa todo lo contrario que a ti...me encanta hacer regalos...y me gusta buscar lo adecuado a cada persona...que no tiene porque coincidir con mis gustos...y creo que eso es lo que más me gusta...ese pequeño momento de felicidad cuando abren el regalo...
Besos.Adios.
Helena

11:27 a. m.  

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