Memphis Blues Again

Aiinnns... si es que no sé ni qué ponerme, tia, de verdad, o sea...

Me ha dado tiempo de cambiar el estilo de nuevo, pero esta vez lo he hecho menos trabajado, pese a haber descubierto las excelencias del GIMP para los ratos en que me siento creativo. Y es gratis, a diferencia de pinceles, lienzos o aerógrafos.

Bueno, mi debut en la nueva sección ha sido lo que se puede esperar en estos casos: agobiante y agotador. Pero espero que la cosa cambie. Dentro de unos dias será extenuante y estresante.

A todo esto, cualquier dia Arafat va a palmar, lo que, unido a la reelección de Bush Jr., permite augurar una Navidad calentita en Oriente Medio. Los Reyes Magos van a tener que pedir estatus de refugiados políticos en cuanto lleguen aquí.
No sé si traerán carbón, pero seguro que carbonilla van a encontrar a patadas de camino para acá.

Y el amigo Gasol sigue sin jugar como se supone que juegan los baloncestistas de 86 millones en canal. Por cierto, la canción de Dylan que titula este post sería un himno ideal para los Grizzlies y su nuevo uniforme.

Menos mal que me queda la casa de Abel y sus grasadas, slurps.

Aunque seguro que la ha montado solo para tenderme una trampa y obligarme a arreglarle el ordenador de una vez... Bueno, una sobredosis de cerdo lo cura casi todo.